El transporte de vidas humanas no es un juego y lastimosamente no todos los conductores lo entienden así. Todos los días cientos de padres confían la vida de sus hijos a una empresa o persona para que los transporte hasta y desde sus escuelas. ¿No merecen ellos la tranquilidad de que el conductor que los transporta tenga un buen comportamiento al volante? ¿No merecen las personas que confían sus vidas a una empresa de transporte representada por un conductor la tranquilidad de llegar con bien a sus destinos? Nosotros aún no podemos conducir estos vehículos de forma remota para asegurar que la tarea se cumpla con prudencia y conciencia, pero ponemos en sus manos las herramientas que le permiten monitorear la forma en son conducidos estos vehículos y determinar que conductores no tienen la correcta actitud para llevar a cabo tan importante tarea.